Carlos Cuesta i Martínez
17 de noviembre 2023
Los servicios de mensajería instantánea siguen introduciendo de forma paulatina nuevas funciones para que las conversaciones entre las diferentes personas usuarias cuenten con más posibilidades para comunicarse y compartir información, archivos, etc. Quizá no los hayas probado aún, pero desde inicios del pasado mes de agosto WhatsApp permite enviar breves mensajes de vídeo. Una nueva incorporación a la app que complementa a los ya instaurados mensajes de voz (lanzados, justamente, diez años antes en agosto de 2013), aunque la solución de Meta ha optado por desactivar de serie su nueva función por su limitado éxito. Sin embargo, seguramente sí que te serán más familiares otro tipo de mensajes visuales muy extendidos en nuestros chats a día de hoy: los stickers.
Los stickers (o ‘pegatinas’) fueron lanzados en WhatsApp en febrero de 2019. La investigadora Agnese Sampietro del grupo de investigación Sociolingüística (Departamento de Filología y Culturas Europeas) define en su artículo El auge de los ‘stickers’ en WhatsApp y la evolución de la comunicación digital a los stickers como “pequeñas imágenes o animaciones que complementan las interacciones digitales en WhatsApp u otras aplicaciones de mensajería instantánea”. En otras palabras, un recurso basado en elementos visuales (“dibujos o imágenes de mayor tamaño y más elaborados que los emojis”, según la responsable de la investigación) extendidos en gran parte de las aplicaciones de mensajería y redes sociales.
Según Sampietro, la aparición y auge de los stickers se puede enmarcar dentro de la evolución de la comunicación digital, iniciada hace más de treinta años. En primer lugar llegaron los emoticonos ASCII, formados por secuencias de signos de puntuación (es el caso de “:)”, por ejemplo), que posteriormente fueron sustituidos por los populares emojis. Los stickers, por su parte, nacieron en 2011 en la aplicación de mensajería instantánea de origen japonés LINE y se extendieron con mucho éxito entre países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán e Indonesia. En cambio, hubieron de pasar ocho años hasta su plena incursión en Occidente gracias a su lanzamiento en Whatsapp a inicios de 2019.
En tan solo cuatro años, los stickers se han convertido en uno de los recursos gráficos más empleados por WhatsApp en el contexto español. Según el estudio de Sampietro solo son superados en uso por los emojis, siendo más habituales que otros formatos previos como los gifs, los emoticonos ASCII o los propios avatares personalizados. Pese a la creciente popularidad de los stickers, varios investigadores e investigadoras son escépticos a un posible destronamiento de sus antecesores, los emojis. Y aunque la hegemonía de los emojis aún parezca lejana a su fin, los stickers ya son a día de hoy el recurso gráfico favorito de las personas usuarias de las aplicaciones de mensajería instantánea. Especialmente, entre el colectivo joven donde la preferencia por los stickers es mucho mayor.
¿Qué lleva a usuarios y usuarias de WhatsApp a preferir los stickers frente a los emojis o el resto de recursos gráficos disponibles? Las personas consultadas lo tienen claro: los stickers son más graciosos, expresivos y personalizables. Muchos stickers tienen una relación directa con los memes y sus códigos, dando lugar a que su envío en chats de WhatsApp haga las conversaciones más divertidas. Esto se acentúa con los stickers creados por las propias personas usuarias. Según la investigadora del Departamento de Filología y Culturas Europeas, “una de las ventajas de convertir una foto en sticker es que, si hago referencia a un evento compartido, las personas que han estado allí recuerdan lo vivido y se generan alusiones que no pueden captar quienes no hayan estado allí”.
Los stickers son el recurso favorito del 52% de las personas usuarias de WhatsApp, frente al 35% que prefiere a los emojis tradicionales
Dicha capacidad de personalizar el mensaje (a través de imágenes propias) aporta muchas ventajas comunicativas a los y las participantes del chat, ya que permite transmitir con mayor efectividad el mensaje deseado e incluso da lugar a una mayor complicidad con sus destinatarios. Según Sampietro: “Los y las informantes que diseñan stickers, de hecho, consideran que son un formato ideal para escenificar ‘bromas internas’ entre amistades y maximizar así no solo el recuerdo de algunos momentos, sino también el humor y la camaradería en forma virtual”.
La prioridad de los stickers por parte, especialmente, de los y las jóvenes muestra las innovaciones que este grupo social aporta en la constante evolución y mutación del lenguaje. Concretamente, en la hibridación entre la comunicación digital y coloquial. Sin tratarse del único colectivo que hace uso de estos nuevos recursos gráficos en expansión, su participación es clave para explicar la adopción de nuevas herramientas en públicos más maduros. “Los jóvenes se suelen tomar como ejemplo de cómo hay que comunicarse, así que a lo mejor sus padres empezarán a utilizar los stickers por imitación”, explica la investigadora de Sociolingüística.
Créditos
Coordinación: María Martín
Diseño: Álvaro Mas
Realización: Gerard Millas y Sergi Oltra
Agradecimientos
Agnese Sampietro
Grupo de investigación
Sociolingüística